Género
Poesía a la no Violencia.
Despertamos con vestidos negros.
¡Todos nos miran con asombro!
Ya nadie pregunta, porque todos saben
que las mujeres somos piedras preciosas.
Dadoras de vida, somos los ojos del amor.
Trabajamos con manos esforzadas.
Cuidando nuestras familias, nuestras hijas,
nuestros hijos, creando fuerzas
donde a veces no hay.
La luz de las mujeres nunca se apaga.
Es tan enorme que anuncia el porvenir.
Si dejamos de existir se termina la raza.
Si dejamos de luchar es un golpe en extinción.
Hemos sufrido abandono, maltrato, mucho
maltrato,
todo tipo de agresión.
Nos mutilaron el cuerpo
y también nos mutilan nuestro corazón.
Toda la humanidad es un firme y fiel testigo.
Hoy nos despertamos
con vestidos negros y vestidos blancos.
Vestidos negros,
por cada mujer que ha sido asesinada.
Vestidos blancos, por todas las niñas
que han sido masacradas.
La flor de nuestras almas se encuentra
ya sin pétalos,
porque en cada tumba va quedando desangrada.
Hoy nuestro grito se convierte en canto.
Un canto que lleva estrofa de justicia.
Hasta que el desierto sea tierra fértil,
la tierra fértil sea un bosque con vestido de justicia
y el efecto de la justicia, sea de paz, respeto,
valoración
y equidad para siempre.
Hasta que nosotras, nuestras hijas e hijos…
puedan vivir sin violencia.
Siempre recordaremos a todas las mujeres,
que pagaron con su vida por la libertad.
Seguiremos vistiendo
los vestidos negros y los vestidos blancos.
Hasta que se nos dé el honor y el valor que
merecemos.
El planeta a una sola voz grite.
No a la violencia.
No al femicidio.
No al feminicidio.
No queremos ver más mujeres muertas.
Solo queremos escuchar ahora.
queremos escuchar ahora...
El grito de la vida...
Alondra Gutiérrez Vargas cantautora y poetisa costarricense
Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas
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