(Asunto gatuno)
Dos gatos muy apuestos, (una felina persa inquieta y coqueta y un gato pardo travieso), ambos se querían demasiado, pero de tiempo en tiempo discutían y se arañaban, pues en su afán de ganar, salían perdiendo los dos.
Tras tantas rencillas sin ton ni son, el gato Marco Antonio, decidió nunca más pelear con su gata Cleopatra, pues queriéndola tanto, se odiaba a sí mismo el verla llorar, ya que para pelear se necesitan dos y sin un contrincante, el dolor es menos atroz.
Desde entonces, cada vez que la situación se tornaba brava, él huía, diciendo para sí, (corre por tu vida) es preferible que digan, aquí corrió que aquí murió, ya que más vale gato vivo que cien gatos muertos.
Las riñas fueron amenguando y el amor consolidando, una vez capeado el temporal, al día siguiente, él siempre volvía, y ella lo esperaba con alegría algunas veces, otras con ironía y una cuba de agua fría.
Pero como todo en la vida tiene un límite, el gato con cierto pesar y dolor, pensó para sí, ella no es feliz conmigo, pues cada vez que la contradiga perderé y quizá un día su corazón para siempre me ignorará y me odiará.
Desde entonces resolvió nunca más volver a pelear y empezó a germinar la idea de a otros lares migrar, por otros tejados corretear y por el mundo solitario y triste vagar, sin más vallados que saltar.
Ahora los malos entendidos eran menos frecuentes, mientras él, reflexivo, en silencio se preparaba emigrar, a fin de nunca más tener que verla llorar, menos lastimar.
Después de todo, gato que pelea con gata, nunca ganará y puede que ella, hasta la llegue a despellejar y en la peletería su piel terminar.
Dicen por ahí, (que en su ira) gata que atrapa gato, es gato muerto...
Así que, tú amigo(a) que me lees, no hagas enojar a tu gata y tú gato altanero, no seas majadero, recuerda, las damas primero y tú gata presumida, coqueta y vanidosa, cuida a tu gato, que una de esas noches de ausencia, puede que nunca más lo veas regresar.
George Rivas Urquiza -Perú-
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