Tu cuerpo de finales de mayo
engastado en el espejo
nimbado de bromelias
que se desangran sobre el crepúsculo.
Tu apariencia de atardecer con nubes
engarzadas a tu nombre
relámpago sonoro
en camino a una mirada.
Tu consistencia de comienzos de diciembre
arroyo por cuyo cauce vuela música en vez de agua
espada con un madrigal en el filo.
Tu tamaño de vuelo de halcón en picada
luciérnaga antes de entrar en un espejo
emoción que resucita al anochecer.
Tu cuerpo se eleva hacia la noche
abandona mis ganas de ti que se suicidan
porque a los que todavía amamos
no nos dejan resucitar…
Victor Diaz Goris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario