Diez dedos tengo en mis manos
hermanados pa poder luchar
solícitos y silenciosos
ligeros siempre acariciar.
Diez los números naturales
que combinados hacen pensar,
que no se vive de amores,
de realidades a impulsar.
Diez pensamientos románticos
que no incentivan el amor,
desfallecieron imprudentes
antes de empezar el dulzor.
Diez los mandamientos insulsos
hechos solo para meditar,
con realidades de mil usos
jamás se podrán ya aplicar.
Diez mis años desfallecidos
creyendo la dicha alcanzar,
sabiendo que con el cariño,
casi nada se puede lograr.
Diez mis esperanzas febriles
que con el tiempo mejorarán,
que caerán muchos abriles
y aquel amor renacerá.
Alberto Recalde Romo -Ecuador-
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