JUGABA
Jugaban el sol y el aire
y en el jardín suspiraba
por un amor imposible
una rosa enamorada.
El sol y el aire jugaban
aquella hermosa mañana
y en el jardín, una rosa,
viéndolos jugar lloraba.
LLEGÓ
Llegó al nido equivocado
un gorrión malherido
y una bella gorriona,
viuda ella, le dio asilo
y le curó las heridas.
El gorrión ya no quiso,
así es el amor, así,
volver a su antiguo nido.
JUAN CERVERA -México-
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