FURTIVA
Sin haberlo ambicionado
durmió la Luna conmigo
una noche de primavera,
en esa ocasión dormimos
abrazados sobre mi lecho,
al acceder de madrugada
furtiva por las vidrieras,
desvelado me la encontré
reposando sobre mi pecho.
Se escurrió de mis manos
con la luz de la alborada,
olvidando sobre mi cama
restos de hebras plateadas.
LIRIOS
Un mar púrpura de lirios
que cubrían la desnudez,
de tu cuerpo casi tibio
en una noche nacarada.
Un piélago que envolvía
de lirios azul-morados,
los tatuajes dibujados
en la tersura de su piel.
Océano de lirios blancos
amarillos, rojos, violetas,
una clámide que cubría
su aterida, su lívida piel.
Una inmensa meseta
una llanura de flores,
un arco iris de colores
para cubrir su silueta.
Al despertar descubrió
con sus afligidos ojos,
pintado sobre la pared
un tétrico trampantojo,
una parodia desesperada
de los sueños que soñaba,
no había olorosos lirios
ni hubo una lívida piel,
solo existían los sueños
alocados de un soñador,
que soñaba dibujando
lirios sobre una pared,
Solo existían los sueños
del tarambana soñador,
que divagaba regalando
lirios a un soñado amor.
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