Amordace mi corazón
tratando de olvidarte.
Ahogue tu nombre
en amaneceres solitarios
y almohadas empapadas de llanto.
Caminé sobre melodías desafinadas
en pentagramas sin auroras.
La tempestad
sacudió mis limites.
Comprendí……….
¡¡¡ Ya no existen espacios
para tu recuerdo!!!
Lydia Raquel Pistagnesi
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