Señora me seduce
bonita, y tan callada
su tristeza me dice
que no está bien casada
II
Siempre la vi lejana
como al juguete caro
que a diario mira el niño
y no podrá llevarlo
III
Hoy estoy decidido
igual de enamorado
y quiero ilusionado
cambiar ya su destino
IV
Le ofrezco apasionado
formar un nuevo nido
en el que sea adorada
y siempre concentida
V
Pronto tendrá un semblante
de joven bien querida
y se verá de quince
y yo de veinte y cinco
VI
Pronto tendrá un donaire
de mujer bien amada
y aparentará quince
y yo unos veinte y cinco…
Del libro: “Letras para canciones” de
Vinicio Obando
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