Tengo encogida el alma, no me llega el resuello,
los pasos no me llevan hasta el lugar que quiero,
el sol ya no calienta la vida que tenemos
y somos como zombis en un mundo revuelto.
Navego entre penumbras en busca del aliento,
el que al mundo le falta en estos malos tiempos,
y veo en las esquinas el hambre de los pueblos,
las guerras fratricidas matando el universo.
Me envuelvo con el aire que da mi propio aliento,
y busco entre la herrumbre, un halo de sustento,
para calzar los pies, para vestir los cuerpos
un maná que alimente esa hambre que hoy siento.
Pero el mundo me huye, no entiende como pienso,
y siguen en la lucha de alcanzar universos,
llenando sus bolsillos, con hambre de los muertos,
¡avaricia, inmundicia, políticos ineptos!
Nana Schmith
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