DE NUESTRA VIDA PASADA

Te recuerdo en la playa
vestida de fresco y dormida
como un grano más de arena.
Te recuerdo en los beso
dulces de las tardes
que nos reverdecía el deseo
ermitaño de los pájaros
de anidar bajo los árboles
a la hora que lo cines bostezaban.

Eres la misma de ayer
que me indujo
a grabar su nombre en la corteza
de cuanto árbol me ofrecía
su tierno pecho.
Haciendo por un tiempo
que todos los robles
del parques se llamaran como tú.

Igual que la vida se esconde
en los sueños jóvenes.
Deseo de nuevo sembrar
mis labios en tu boca
para volver a estar ahí juntos,
con menos años y menos achaque.
Con la despreocupación
que se quisiera tener toda la vida
pero que sólo se da en la juventud.

Carlos Posadas -México-