Caminando por la calle,
En humilde callejón,
Lo encontré solo y botado
Con letal resignación;
Yo pensé en mis adentros,
Un poema de dolor,
Dedicado a ese muñeco
Olvidado y sin amor;
Llegué y escribí estas rimas
Con quebrado corazón
Me imaginé olvidado
En una oscura prisión;
“Cual muñeco de peluche
Que se compró con amor,
Se recibió con desdenes
Y se tiró en un rincón”
Que rauda pasa la vida,
Raudo late el corazón,
Raudo el niño ya es viejo
Y raudo llega el dolor…
Raul Gonzaga
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