PUEDES QUEDARTE

Dijo: “Puedes quedarte”.
Tarde ya para todo,
sonó a indulto piadoso,
a última voluntad
sobras en tupperware...

Y con cada caricia me arrancaba la piel,
me rasgaba por dentro,
un bordoneo oscuro, moroso y despiadado,
sus ojos sin brillo, su cuerpo tan lejos
que no supe encontrar el camino en la sombra.

¿Es tan difícil volver a juntarse,
cuando hay cruces, esquinas, terrazas,
azar, teatros, jardines,
accidentes, glorietas, recuerdos?

Donde pongas los pies deja una marca,
prueba a silbar la canción que cantábamos,
haz una seña, pincha un lazo en un poste,
lánzate a la aventura del teléfono...

Coloca balizas, veletas, semáforos en verde,
enciende un fuego,
intenta hacer volar una cometa,
la veré si aún conservo los ojos...

Y mientras dejas pasar el tiempo que nos queda
acércate al espejo y ensaya una sonrisa,
repítete a ti misma que está bien,
todo como lo quieres, sin arrepentimientos.

Yo viviré
fingiendo que no existes,
masticando silencio,
cosiéndome los párpados al suelo.

Anclado a tierra, que no me arrastre el viento
que envenena las flores con tu nombre.
Hay que tener talento, mujer,
para olvidar como tú sabes hacerlo.

Carlos Bonino