viernes, 30 de octubre de 2015

CALLES, AMIGOS Y LA NOCHE


(Madrid, 2011)

"... Cada vez que abro los labios
inundo de nubes el vacío..."
("Noche", Vicente Huidobro)

No había rostro en la mañana
fría de diciembre soleado
que no tendiese a disfrutar,
despojarse de un mohín adusto,
lustrarse al sollozo de antes de ayer,
reír al bufido de un tubo de escape
y tomar aire desde un despojo celeste.
Apenas la languidez del jardín de Anglona,
la tozuda cuesta de Ruy González de Clavijo,
truncaron la paz umbría de la Plaza de la Paja,
ni nuestra vehemencia concéntrica
que planeaba inconstante,
ascendía y descendía,
caracoleaba sin más y sin menos,
ni siquiera la escasez de resuello
concibió un plumón desgarrado,
un mutis sobrevolando una pregunta,
solamente confianza a paso firme.
Sin recuperar respuestas,
amigos a todo trance y tesón,
desvelados, asumidos, oídos,
acabamos siendo vectores
(sobre espuma de cerveza
escrita y noctámbula)
del póstumo centeno de Salinger
o llovidos por las cenizas de La carretera
desde las alturas rotas de McCarthy.

MANUEL JESÚS GONZÁLEZ CARRASCO -Madrid-

No hay comentarios:

Publicar un comentario