Para amanecer, solo pido dos cosas:
Una de ellas, poder estar vivo,
por consecuencia, mirar a tus ojos que penetran
con la caricia, que lo siento, hasta en lo más profundo.
Por segunda o primera
sería eso que no se vería justo: Vivir y no tocar lo labios
cerca muy de mí, y poder apreciar - valorar - saborear
tanto así, el beso de la mañana.
¡La mañana que nace del día,
entra en el comienzo, introduce nuestro amor,
habla, y nos aguarda!
Por muchos años,
de los que no podrás comprender
los que ya están guardados
que vienen juntitos, todos...
que para encontrarlos suelo abrir la mente
y reencontrarlos en un pasado libre,
que para mí, esos para mí, fueron dulcemente.
Ahora los tiempos que estoy viviendo
las horas qué, y juntos marcamos,
los días, las noches, las mañanas,
tardes de día, tardes oscuras, son regocijos;
hablar sobre ello, es lo más grande.
Te lo digo aquí,
también en silencio,
cuando cruza la aurora y de atardecer siento mía
la sombra, tu sombra, mía, en tiempo y hora.
Cariño Mío
esta es mi manera
este soy YO.
Podría hablarte de flores,
hasta en el final...
Juntitas todas, de color a color,
de pistilo a pistilo o estambre,
de olor a amor, de amor a olor,
contando muchas, las horas,
guardando todo, sus colores,
colocando en calma, de ellas,
en tu mano, delicada una,
delicada tú, delicada encima,
en todas...
hermosa te prefiero, delicada ser,
te prefiero Rosa / Blanca / Atardecer.
Reyvik -México-
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