(Reflexión)
Cuenta una leyenda, que cierto día en que colapsaron las Bolsas de valores de Nueva York, Hong Kong, Londres, Tokio, Sao Paulo y otras, la empresa multinacional, Luzbel S. A. A. Corporation. Ésta por falta de liquidez, quedó arruinada y se declaró en bancarrota.
Por lo que viéndose imposibilitada de seguir operando en el fascinante mundo competitivo de los negocios, decidió liquidar sus activos, en una suerte de subasta pública en el mercado bursátil.
Luego de sopesar los pro y los contra, decidió anunciar el remate una gran subasta de todos sus activos o herramientas.
Al abrirse Wall Strett, las acciones de Luzbel Corporation S. A. A, inmediatamente empezaron a alcanzar su más alta cotización.
En las pantallas electrónicas aparecieron los siguientes títulos: Orgullo, avaricia, codicia, egoísmo, deshonestidad, etc.
Al final, todas las herramientas fueron vendidas al mejor postor.
Sin embargo, había una pequeña herramienta que nadie pudo comprar porque su precio era excesivamente alto.
En un pequeño cartel de ribete dorado decía: "DESÁNIMO"
Uno de los concurrentes le preguntó, ¿por qué el precio tan elevado?
El muy ladino y taimador contestó: "Con esta pequeña y aparentemente inofensiva herramienta, deprimo a las personas, haciéndoles sentirse incomprendidas, abandonadas, tristes y miserables.
Y cuando esto sucede, quedan en mis manos, están listos y son presa fácil de cualquier tropelía o bajeza.
Algunos optan por darse al desenfreno, y bajas pasiones en un submundo tórrido de tinieblas y perdición.
Mientras que otros colapsan ante la angustia y desesperación descerrajándose un tiro en la sien, lanzándose al vacío, administrándose alguna sobredosis de droga o ingiriendo veneno.
Además esta pequeña herramienta que nadie pudo comprar, me sirve para recuperar todas las demás que acabo de subastar.
Así que apreciados amigos, mucho cuidado con el DESÁNIMO, trae angustia, soledad, profunda tristeza, pesar y autocompasión.
Que Dios los cuide y proteja siempre, es el sincero deseo de su amigo de siempre, George.
George Rivas Urquiza -Perú-
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