Uno no sabe nunca lo que resulta si las cosas cambian de repente; ¿pero sabe uno lo que resulta si no cambian?
Elias Canetti
El corral de vecinos de la desmadejada política carpetovetónica anda tan revuelto como gallinero con zorro dentro, asustados e inquietos con el parto político de Podemos, grupo asamblearío que viene creando un desasosiego con el que muestra al desnudo la endeble y temblorosa pobreza de las organizaciones políticas bipartidistas enquistadas en su Dios, España y el Rey, procedente del cuento de la mentira, la desmemoria histórica y coge el dinero y corre. No todos, pero tristemente, no son pocos los que si entran en la cocina y ven abierto el tarro de la miel meten el dedo, mientras más de dos millones de niños españoles pasan hambre. Esos que mañana, si no fallecen en este camino de andar a rastras, fácilmente podemos imaginarlos ya hombres y mujeres en edad de votar, es decir propicios al engatusamiento y las mentiras verborráicas de los cuadrilleros políticos. No todos, claro.
Bueno pues, todo esto y mucho más, con verbo vivo e hiriente es lo que en el derecho y torcido estado democrático nuestro Ruedo ibérico ofrece, va comunicando y extendiendo Podemos por la geografía a través de los medios mediáticos que ofrece Internet y también asambleas a las que viene acudiendo la ciudadanía con gusto y deseos de justicia, transparencia y razón para no ser simples súbditos, sino sentirse ciudadanos justos y no muertos de hambre o cagados de miedo, ante la amenaza constante del capitalismo salvaje y sus acólitos asuntándolos con el despido en cuanto se proteste lo más mínimo, porque: “Como tu o mejores, esperan por miles en la puerta. De manera que ya lo sabes”
Sin embargo, no deja de ser curioso que el líder de Podemos, no ha dicho una palabra, ni en favor o en contra sobre la postura de la Iglesia tardofranquiista ibérica y por lo tanto neoconservadora, que desde la sacristía política y los púlpitos dicta normas para aquellos partidos que aparentando no ser conservadores con más o menos disimulo o sin disimulos la acatan ¿Se debe este importante detalle a que el líder de Podemos se apellida Iglesias o se trata de ser lector de el Quijote? Al menos ese capítulo de caminar nocturno en el que acompañado de su socarrón escudero nuestro ingenioso caballero tropieza con al Iglesia. Esa Iglesia que el distinguido Ortega y Gasset, que dicho sea de paso no era ni comunista ni cavernario, señalaba como uno de los ácidos más nefasto para la sociedad española y su desarrollo. El otro ácido era la incultura voluntaria y caciquil.
Por mi parte, y ya que en esta tierra todo es posible y diferente dadas sus peculiaridades, me imagino a mi mismo como un personaje de Valle Inclán, un Max Estrella modestito, mirándose en los espejos cóncavos de la geografía callejera, contemplando a un Aznar o un Bono de turno como presidentes de esa deseada III República. La verdad es que siento tales temblores que, obligado a elegir entre uno de los tres, optaría por un rey casando elefantes bajo el cuidado de una buena enfermera. Sinceramente, y no tengo nada de monárquico, desde esta ficción literaria, preferiría quedarme con su majestad. Pues no creo que por un par más de elefantes aniquilados al año aumentara la pobreza en África.
Francisco Vélez Nieto
Publicado en Luz de Levante
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