“De la contemplación
Nace la rosa;
De la contemplación, el naranjo
Y el laurel:
TÚ Y YO del beso aquel.Tú y yo del beso aquél”.
Miguel Hernández
¿Cuántos campos de recuerdos
Te guardas del ósculo aquél,
Socorrido por alambradas, ejércitos
Y ametralladoras?
Y entre mis amorosos navajazos,
Te derretías cual rocío,
Rocío entre las densas arboledas,
Agredido por los colmillos del sol.
¡Ay princesa de los siglos y sus siluetas!
¿De qué sombras, de qué estrellas,
Amapola y gloria de verano,
Te olvidas y te escapas?
¡Oh, planta sagrada! ¡Ven a mí!
Déjame regar mi cráter vulnerable
Con aquel néctar
De fuegos salvajes.
Rachid Boussad
Publicado en la revista Nevando en la Guinea 35
No hay comentarios:
Publicar un comentario