Los laureles se los suelo echar a las lentejas ¿por qué para qué sirven si no ? Para lo demás siempre está el búho de Atenea que nos canta en la noche sueños como éste: David y Goliat Te vi venir como un ángel oscuro, perdida la esperanza, y ya sin alma. Terrible tu silueta, con las manos vacías. Hiciste una hipoteca, esto para David, esto para Goliat. Fue una tarde siniestra de diciembre que cantaban en coro los ángeles sin sexo, cuando encontré sellado con tu sangre un sobre que decía: Este laurel donde la gloria falta.
Verónica Pedemonte
Publicado en LetrasTRL
No hay comentarios:
Publicar un comentario