Te espero, Polo, no dudes
En regresar algún día.
Devuelve esa melodía
Que cultivó multitudes.
Cuando donde estás, sacudes
Tu montón de estrellas muerdo
Las ansias del lado izquierdo
Que de extrañarte se quejan
Y como siempre, me dejan
Casi loco, casi cuerdo.
Raúl Sera Adrián
Publicado en Del verso y la memoria
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