Ayer falleció el escritor (genial su novela de la memoria titulada "La balada del abuelo Palancas", su abuelo), flamencólogo (amigo de Camarón y de Paco de Lucia) y poeta Félix Grande. Había nacido en Mérida pero cuando tenía dos años lo llevaron a Tomelloso.
Alguna que otra vez vi su melena larga y rizada, su porte y grandeza, paseando por la calle Santa Eulalia de Mérida.
Ya sé que no está ni estará "de moda" leer poesía a pesar de lo mucho que ciertas lecturas "desestresan" y revitalizan.
En recuerdo de Félix Grande pongo por aquí una de sus poesías, sensual y "potente":
CASIDA DE LA ALTA MADRUGADA
Cuando te acuerdes de mi cuerpo
y no puedas dormir
y te levantes medio desnuda
y camines a tientas por tus habitaciones
borracha de estupor y de rabia
en algún lugar de la Tierra
yo andaré insomne por algún pasillo
careciendo de ti toda la noche
oyéndote ulular muy lejos y escribiendo
estos versos degenerados.
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