El 15 de enero, con la primera luna llena de este año, partió Carmen.
Cerró esos ojos que, en los últimos años, parecían brillar más que nunca en su cuerpo pequeño.
Su familia quiso un velorio íntimo y breve -ella odiaba las ceremonias fúnebres. Un día no lejano sus cenizas irán al mar que tanto amó.
A nosotros nos quedan sus palabras en ese otro mar que es la poesía, el deseo, el ir y venir de la pasión humana. Seguirán navegando, frágiles y potentes, humanamente bellas, siempre.
Silvia Guiard
Gracias, José Luis, por dar cabida a esta información. Los que la conocimos y la hemos leído y re-leído, lamentamos tanto su fallecimiento.
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