Como un faro en medio del desierto,
una coartada imperfecta.
Una lágrima dulce,
un buen secreto.
Mi oración o tus plegarias
en el límite salvaje de lo inútil.
Tu espíritu soñando con mi aliento
y el párrafo perdido en tu memoria.
No queda aquí otra cosa que tormentas
en aquel faro, en medio del desierto.
Gonzalo Salesky
Publicado en la revista Nevando en la Guinea 35
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