sábado, 2 de noviembre de 2013

LA VERDADERA RECETA DEL POSTRE DE NATA

De chico, cuando la conocí,
me fascinó en cuanto la vi.
Incluso, pienso que lo mío fue amor a primera vista.
Sin embargo, a medida que fui creciendo y estudiando,
cada vez me despertó más sospechas.
Sólo últimamente se reivindicó un poco conmigo
y con otros conocidos.

De chico, cuando la conocí,
ella era muy pálida y no se definía.
Pero cuando empezó a usar colores, lógicamente
se volvió más atractiva, aunque más no fuera,
por la forma y no tanto por el fondo.

De chico, cuando la conocí,
se convirtió prácticamente en una especie de alimento
para mi vida diaria.
Jamás imaginé que un día
representaría tanto para tan pocos,
que esperarían desesperados
encontrarla cada domingo a la noche.
Tampoco consideré que ella pudiera alimentar también un día,
el más deleznable sentimiento humano: el odio.

De chico, cuando la conocí,
ese número de mala suerte,
no tenía un programa dedicado
a la cocina del encono y menos aún,
una receta dedicada a la Nata, de Postre.

JUAN MOSQUERA
Publicado en la revista Utophía

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