En ese hálito del suspiro
soplo apacible del sentir,
en ese estremecimiento del dormir
vigilo el borde de tus sueños.
Rindo culto a la noche
y su velo negro de misterio y enredo,
cortesía y reverencia,
pleitesía de amor y verso.
Presiento tu profundo sueño,
hilvano imaginariamente tus utopías
como tesoro que persigues
en esta búsqueda y anhelo.
Te miro desde el alma,
trasluz de mi corazón,
invade tu dulce intimidad,
deseos de estar en tus sueños.
Y en este soñar de mi sueño,
donde no hay cabida de encuentro
vagamos por el mismo sendero,
un mismo deseo que no tiene encuentro.
Laberinto irremediable de vida,
reloj obsoleto, marcando diferente horario,
puntos de distancia nos alejan,
sueños que vuelan las mismas mariposas...
...Vuelos idénticos siempre a deshora...
LOLA WIZNER
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