¡Cuántas veces me miro en los espejos
y no me reconozco! Lo que he sido
es agua ya pasada. Me he perdido
muy dentro de mí mismo y queda lejos
lo mejor de mi historia. Sólo viejos
fantasmas me persiguen. Y si mido
mi vida por recuerdos, el olvido
me gana por la mano. Son reflejos
de la nostalgia los que me atraviesan
el tiempo y la memoria. Y me atormentan.
De mi pasado apenas queda nada.
Sólo tengo esperanzas que me besan
la frente al despertarme y que me cuentan
lo que seré al final de esta jornada.
Del libro “NACIMIENTO A LA MUERTE” de
RICARDO J. BARCELÓ -Marruecos-
1º Premio, XV Certamen de Poesía Searus, 1992
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