Cada pisada es un mazo que golpea el pavimento. Camina como quien pensa-ra que puede dejar la huella exacta de su zapato si pisa con rotundidad. Respi-ra como si el aire fuera finito. Ama como si el amor fuera exacto. ¿Pisa, cami-na, respira, ama? Vive como si ya se hubiera ido. Despierta para volver a empezar.
Escrito en el Café de Ruiz / Barrio de Maravillas, Madrid, 25 de Junio, 2013.
Francisco Garzón Céspedes (Cuba/España) y
Maite Aranda Jaquotot (España)
Publicado en Escribimos Los Libros de las Gaviotas
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