Ahora toca callar
la ausencia desbocada,
el eco del vacío que resuena
el silencio amargo de una catarata ausente.
Ahora toca callar,
el cumpleaños del mutismo,
cualquier fecha escondida entre pespuntes,
un día de nimbos sobre la acera.
Ahora toca callar,
es la hora que enmudece agostada,
son las pausas en la pared,
es la llamada del dolor.
Ahora toca callar.
Y darle un nombre a la nostalgia,
añorar con paso firme
si es semejante el daño.
Ahora toca callar.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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