HORAS SOLITARIAS

He tirado mi fe por el suelo
después de ser descubierto
por un amor que menoscaba
las horas, que solitarias
se cubren con los pensamientos
que antes me condenaban.

Creo en ti... y en la esperanza,
creo en nuestras vidas pasadas
en las que no pudimos conocernos
y el amor, jugaba su juego,
que el olvido, nos buscaba
pero no toleraba nuestro encuentro.

Me arrepiento de aquellos versos
olvidados en varios cuadernos
en que los amores pasaban
sin dejar en mi corazón una marca
tan solo el dolor de los recuerdos
de los que ya no me acordaba.

Y ahora escribo con miedo
a ese amor sin entendimiento...
al deseo de verte mañana,
a tornar inútiles las palabras
que no descifran tus celos
y siguen soñando un cielo
pero no te ofrecen nada
porque, nada, es lo que tengo...
y es más... de lo que reclamabas.

Luis Maria Saiz Laso