Sin que tú lo sepas.
He entrado subversivo a tu lecho
sintiendo ese calor que da tu cuerpo,
el oloroso aroma de tu pecho
enloquece este corazón tan terco.
Sin que tú lo sepas.
Disfruto de tus labios ese sabor
y del néctar sublime de tu boca,
el éxtasis sublime que provoca
la llama que me quema en su calor.
Sin que tú lo sepas.
Llego a los lugares tan benditos
donde nunca se expone a luz solar,
disfrutando sabores exquisitos.
Sin que tú lo sepas.
Un aluvión de néctar me invade
que va de tus entrañas a mi boca,
y siento más locura a mí, se añade.
Roberto Batista Pargas.
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