Entré en un restaurante
Me sirvió una chica
Con sonrisa radiante
Le hice un pedido
Dentro de lo que cabe, comedido
Para que mi salud no alterara
Y en el box de un hospital, acabara.
Comí un bocadillo de tortilla
Que es una maravilla
Acompañada de coca-cola zero
Y pidiéndole al camarero
Un croissant de chocolate
Junto a un café con hielo
Ése fue el remate
Y parecía estar en el cielo.
Aun así me sentía mareado
Por la medicación que había tomado
Para una dolencia neuronal
Que a nadie la deseo
Pues lo pasas muy mal
Y unos cuantos ratos feos.
Salí del restaurante
Entre gente elegante
Pues era un lugar lujoso
Típico para quien fuese pomposo
Y me dirigí al mediterráneo
En un momento instantáneo
Cogiendo el cincuenta y nueve
Pero no vi la nieve
Pues hacía mucho calor
Y en mis sobacos, mucho sudor.
Hora y cuarto de trayecto
Que en un principio era directo
Debido a la acumulación de coches
Pensé que se hizo de noche
Pero es que me quedé dormido
Por un momento aturdido
Llegando al Hospital del Mar
Donde se empezaba a reclamar
Mejor calidad en la sanidad
Pues el gobierno tiene esa obligatoriedad
De servir al ciudadano
Y no quedarse el dinero en la mano.
Salí del centro sanitario
Comprando un nuevo diario
Que me mantendría despejado
Hasta que a mi parada
El autobús, hubiese llegado.
JAUME ALEGRE LASTERRA -Barcelona-
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