SI HAY ALGO DE CIERTO...

Si hay algo de cierto, es que soy un simple
habitante de un pueblo mal informado.
Que carece de muchos conocimientos y
que ostenta demasiados desconocimientos.
Particularmente, cuando hablo de lo que hablan
los enterados; los que dicen que hay vida después
de la muerte; aunque, yo lo dudo y mucho, pues
hasta ver no creer, como dicen los viejitos de este
pueblito, lugar en donde a diario algunos mueren
y ninguno ha regresado. Esto a pesar de los años,
meses o de los tres días después de enterrado.
Cuentan cuentos de los hombres y mujeres
fallecidos que regresan de la muerte o encarnan
en formas diferentes. Me dicen que eso es ser un
resucitado u reencarnado.
Digo pues que soy un simple habitante de un pueblo
mal informado.
Y será que los entendidos y enterados, cuando hablan, blasfeman y contradicen, ¿es porque lo han vivido empíricamente? o nomás son pura lengua de perico
parlante que repite lo que otro ignorante le cuenta
que le contó un amigo lejano tan lejano que no recuerda
el nombre del inexistente poblado.
Esperaré a que el tiempo prudente, como suele serlo,
me dé la respuesta, cuando de viva voz yo mismito
escuche de la boca del que ahora se encuentra
enterradito cierta historia de reencarnados.
Así como, somos las gentes de los pueblos olvidados,
que no sabemos tanto ni tontos somos cuando nos hablan de
cosas del diablo. Yo no creo en los reencarnados ni en los
resucitados. Para mí esas son cosas de la ignorancia y del
diablo.
Pero, soy un hombre prevenido, por tanto es doble mi valía.
Que si resucito o reencarno en otra vida, ahora o al
tercer día, pido que, ya sea, hombre, mujer, animal o bestia.
Sea, bajo el techo de la casa en la cual, hermosa, tu crezcas.
Como:
tu hermano, el mayor
Para cuidar de ti, de los malvados pretendidos que solo buscan llevarte a la cama con el cuerpo encendido
la hermana, la mayor
Para aconsejar a ti, que no aceptes a cualquier
zoquete por marido
en tu padre, uno bueno
Para criarte, educarte y amorosamente amarte
Si es en la bendición de tu madre, una buena
Para ser el nene que llevas en tu vientre,
el bebé que chupa de tu teta,
el niño que duerme entre tus brazos,
el adolescente que cela cuando no está mi padre,
el joven adulto, el adulto joven y
el viejo para llorarte cuando falta me haces
y al fin, el viejo agonizante, que está en espera
de la muerte para volver a encontrarte.

GILDARDO CARRIÓN