Hay compañías miserables
que llenan de amargura el corazón
y quitan la esperanza,
que adoptan el papel de amigos nuestros
pero que hablándonos de cómo ven la vida,
matan toda nuestra luz,
tantas veces he estado a su lado
y sentido la alarma de oler un odio
que solo en mi cabeza parecía estar
y vuelto a casa con el alma en el llanto
porque la dignidad que me tiene en pie
veía que había sido herida
con un avieso afán de derribo,
no son personas que convengan a un poeta
sino espíritus soeces, tan rudimentarios y limitados
como el de un viejo caballo,
para ellos, todo es mentira, la libertad, el amor, el bien,
la verdad, la dignidad, la eternidad
y adquieren erudición para poder demostrar
lo obvia, decepcionante y angustiosa que es sin excepciones
la entera existencia
pero tú cuidas delicadamente de mis sentimientos,
dejas que vuelen alto y lejos
para protegerlos de la enfermedad y el sufrimiento
porque tu llama es muy sutil
y nunca hace daño a la mía.
LUIS RAFAEL GARCÍA LORENTE -Orihuela-
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