Que abundante y fecunda la Tierra.
Que abundante y fecunda la tierra.
Que despeinada su cabellera.
Su cintura amplia,
sus senos abundantes.
Y abundante su cosecha.
Todo dices “Sí” a la vida.
Todo dices “Sí” al amor.
El mundo no se detiene,
flautista, el sol, tambor, el llano.
Culturales estatuas, las nubes.
Cielo, mar, montañas, decoraciones.
La vida invita, el cuerpo invita.
Los deseos invitan, a ser saciado,
a ser llenados.
Todo bajo un día de sol.
Déjame saciar, mis ansias,
en tu cuerpo. Y saborear,
el sol sagrado, que alumbra,
nuestro lecho.
Rafael Perez
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