Grande la tormenta, que no se anima a escampar
en el suelo están los troncos más severos
anegada la sabana, se hizo río el manantial
tanta lluvia que ha borrado los senderos.
Viejo mapa que no nos dirá cómo llegar
adelante solo reina un gran fanguero
se adelanta un caminante y algunos salen detrás
tras los pasos del añoso del sombrero
¿Acaso tú sabes la ruta?
¿Acaso ya pasaste antes?
¿Sabes de atajos y grutas?
cuéntanos todo lo importante
cuéntanos todo lo importante
cuéntanos todo lo que sabes
cuéntanos todo lo que sabes.
Vengo de un tiempo de plagas y sequías
pero a sangre y sudor se hizo cosecha
más lo que se pudo que lo que se quería
y heme aquí, latiendo aún esta fecha
no me sé el camino, solo tiran de mí
los anhelos, de posibles maravillas
salgo a caminar pues no aprendí a dormir
mientras en el zurrón, mientras en el zurrón,
mientras en el zurrón queden semillas.
Dime tú,
cuéntame… cuéntame...
dime del sueño que acunas
con cuál fe llenarás tu templo
del dulzor que tendrán tus uvas
cuenta tú que tendrás más tiempo
cuéntame, que tienes más tiempo.
El naufragio se parece al capitán
y el poeta se parece a su cantar
y la rueda a los caminos
la vela a la oscuridad
Haz que se parezca a ti la tempestad
haz que se parezca a ti la tempestad.
Israel Rojas -Cuba-
Publicado en Poesía del mondongo
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