El encontronazo con la realidad
fue un grito en el laberinto.
Mientras la noche
caía sobre el cielo de plata y seda
tejiendo con su rubor
un horizonte de añoranzas
comprobó que la certeza
lo puso entre las cuerdas
y que solo le quedaba respirar
y arrastrase sobre del hilo de la vida.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
No hay comentarios:
Publicar un comentario