Recorre el silencio, mi corazón,
donde solo saben los poetas,
que el templo del amor,
es de coral y flores azules,
y rojo sangre alelí.
Aquellos crepúsculos nos unían,
en aquellos versos que componía,
en la mística voz, que en tu boca oía,
y hoy este silencio evoca,
los misterios que a ciegas
y sin respuesta unían,
tu alma y la mía,
en aquel cantar sordo
que tan solo yo sentía
cuando la mañana desprendía,
en sus cantos, flores y armonías.
Recorre el silencio,
los caminos de humo,
cuando los versos
en astros se mecen,
y el sendero de la flor
es tu voz más íntima,
tan solo es silencio tuyo
y el recuerdo de las nubes
que escribían tu nombre
cuando yo quería en tu pupila
volver a ser tu amado,
en un panal de besos,
cadencias,
testigo de este sueño
que el tiempo no olvida,
en embriagadoras noches
donde las estrellas
en los cielos anidan,
como tu amor es mi vida.
José Manuel Gutiérrez Hernández
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