Uno se parece a ella,
por el color del velo.
Otro se reconoce asimismo
por el uso del cerebelo,
son dos tontos con el tono moreno,
y aún no he dado el nombre,
que me persigue
por mi cerebro negro
y por las desteñidas imágenes
de contradicciones varias;
y me persigue por parecer igual
así con similitudes exiguas
entre un porte de contacto.
En la mirada
no se compromete en serio,
por el motivo de no caer
en el abismo entrevero.
Son dos en unisonó,
que no concluye el tacto,
por no tener el esmero
de averiguar algo;
y por mentirse tanto,
oculta el interés,
para no parecer nada serio.
Del libro Sentimientos Desclasificados y texto Con mesura de
Fernando Zuñiga Fajardo
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