No te dije adiós porque cada noche te abrazo en mis sueños, revivo el mañana en las noches frías, cobro al quisiera los besos que nos debemos, recibo de la melancolía los abrazos esperados, hasta dormirme en tus brazos ausentes, llámalo crueldad, yo le digo verdad porque no me escondí en una mentira.
No te dije adiós porque deseabas decirte cada mañanas buenos días, nos ausentamos de los brazos pero no de los recuerdos, allí nos encontramos sin disfraces, caminamos descalzos sobre la arena blanca de la verdad que se escondió, y aunque no lo digas, allí también revives la tarde que pediste, lloras la lágrima que no abrazaste, ruegas oír las palabras que soltaste, y se fueron ahogando en tu silencio.
No te dije adiós porque deje que mi silencio te hablara, y mi ausencia te contara lo que las palabras callaron, silencio que te dijo cuánto te amaba, fue el valor de perder, con tal de verte ganar, y eso, solo tú lo sabes.
Luis Emilio
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