Esta agitación
esta inconformidad,
esa sustancia expelida
que se lleva los días.
Si merezco incomprensión
mejor detallarlos:
¡no olvido!,
¡no momentos perdidos!
Si luzco inconexo
es por su voz,
esa que tumbó lo preclaro
para tener así un odio mordaz.
Sigo agitado,
y siempre acuso a los días
por manifestar un conjuro de enervación,
y dudo el motivo tomado.
Más que sentimientos,
ya estoy cansado y obsoleto.
Todo es producto de los días,
pues aún recuerdo cuando lucía
una paz perfecta que yo merecía.
Llevo un consabido tono
a la variación del hastío
que conmueve lo sabido,
es por eso, que callo ante el disturbio.
Esa agitación,
la inconformidad
la voy sintiendo
y usted debe saberlo.
Fernando Zuñiga Fajardo
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