I
Desde los esteros de la distancia el viento trae aquellas imágenes:
son cuerpos dispuestos en la inocencia
viajando hacia los suburbios de la lluvia
en un tren de fuego.
Entonces como le explico a los años
a las horas de las otras horas
al olvido que nunca pudo ser olvido
a mis manos sin viernes ni cabellos.
Cómo serán los días en que no hubo días
al espacio que la ausencia sugiere
Cómo viajaran los astros y las ansias
en los periplos que las almas proponen
cómo esquivo interrogantes sin noviembres.
Serán las aguas enigmáticas de aquel mar de los Egeos
o podrán las sombras de Kleber olvidar los pasos
las indiscreciones oportunas
los cielos de otras tierras
el peregrino incesante que escribe frente a la tempestad?
II
Quién puede rescatar aquellos pasajeros
del vagón 21?
Quién soltó las amarras al barco de los sueños?
Quién no pudo atreverse a más?
Mañana,
seguramente
diremos
que todo fue ayer.
III
Sé que está la primavera dando vueltas
por los corredores del pensamiento
y alguien reconoce tus ojos entre la multitud
mientras convoco a las aguas atrevidas
a que fluyan por las geografías más exquisitas
convoco a los dioses del olvido
a que recuperen el aliento y la mirada
Dejo sobre este sueño
las ansias y el abrazo púrpura
que las pasiones arrojan en los secretos
que todavía descansan en el umbral adolescente
de tus ojos que aun estallan de tanta magia.
Del libro "Otros elefantes de regreso a la constelación de Orión" de
Marcelo Marcolin -Argentina-
Publicado en Estación Quilmes
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