Sin por ello, ofender, ayer,
me fui de excursión, con el
coro rociero de Méntrida,
nos acompañó Calalberche.
Salimos de Méntrida, la cita
a las, ocho cuarenta y cinco,
fuimos subiendo al autobús y
una vez acomodados, charla.
Íbamos a visitar Cañadas de
Piornal, comienza a funcionar
la caja, el coro empieza a
cantar, la alegría, sube al
autobús.
El chófer, micrófono activado,
me sorprende canta como un
ruiseñor, dos horas de viaje,
dos horas de ilusión
Llegamos a Cañadas, vamos a
desayunar, en un pueblecito
de sesenta, habitantes, la
barra y el bar, eran pequeñitos.
Al servicio, dos personas, se
hacía lentito, anécdotas incluidas,
todos íbamos juntitos, me enseñaron
una cosa, no te acostarás sin saber
una cosa más.
Como evitar que en invierno un
árbol se hiele y por si a alguien
le sirve la voy a relatar: Se
pone junto al tronco un recipiente.
Lleno de agua, nos hacemos con
una soga, se introduce en el agua,
se sube al árbol y se le dan varias
vueltas alrededor del tronco.
Y me decía la señora, hay que
vigilar, que no falte el agua
y pierde cuidado, pasará el
invierno, sin haberse helado.
A mí, me ha resultado magistral,
y la lección voy a aplicar, en
tierra donde el verano te fríe,
de calor, en invierno, tenemos que,
tomar precaución.
Por la tarde visitamos, otro pueblecíto,
que también es pequeñito: Otones de
Benjumea, pero tiene dos museos,
La última escuela y el museo Etnográfico,
ambos recomendables.
Pero toda época, tiene su encanto,
disfrutemos de ellas, con amor de
corazón y de paso gozaremos del
amor de nuestro prójimo y de DIOS.
AGUSTÍN RECIO BORREGUERO
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