jueves, 28 de mayo de 2015
UN MAL ENTENDIDO
Te esperaba.
Me esperabas.
Pero no aparecí,
ni apareciste.
La comida sigue sobre la mesa
esperando que ambos lleguemos
pero posiblemente ninguno
de los dos nos sentaremos
a esa mesa ni comeremos
esos ricos alimentos.
No debimos ponernos de acuerdo
ni en la hora ni en el lugar
del encuentro por eso no nos vimos
y la comida quedó sobre la mesa.
Aunque estoy seguro
de que la hora era a las diez
y el lugar el merendero del río.
Pero no acudiste.
Después supe que estuviste
a las diez de la mañana
en la cafetería del río.
Hubo un error en el mensaje
de doce horas por eso llegaste
al desayuno y no a la cena.
En la próxima ocasión
especificaré exactamente la hora
para evitar una nueva confusión.
JOSÉ LUIS RUBIO
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