Te esperaba.
Me esperabas.
Pero no aparecí,
ni apareciste.
La comida sigue sobre la mesa
esperando que ambos lleguemos
pero posiblemente ninguno
de los dos nos sentaremos
a esa mesa ni comeremos
esos ricos alimentos.
No debimos ponernos de acuerdo
ni en la hora ni en el lugar
del encuentro por eso no nos vimos
y la comida quedó sobre la mesa.
Aunque estoy seguro
de que la hora era a las diez
y el lugar el merendero del río.
Pero no acudiste.
Después supe que estuviste
a las diez de la mañana
en la cafetería del río.
Hubo un error en el mensaje
de doce horas por eso llegaste
al desayuno y no a la cena.
En la próxima ocasión
especificaré exactamente la hora
para evitar una nueva confusión.
JOSÉ LUIS RUBIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario