Estoy enloquecido perdidamente
por una mujer que nunca me amará.
Suspiro tan intensamente
y tan constantemente,
como si eso fuera la única
forma de retener un poco de ella.
Entiendo que no es para mí,
pero no logro interiorizarlo.
Hoy por hoy,
quiero que me escriba, que me lea,
pero sobre todo que me ame,
aunque tengo la certeza que no sucederá.
Me genera más dolor que euforia.
Me trae más pena que jubilo.
Sin embargo no puede desviar mi sendero del suyo
y no logro apartar mi mirada del horizonte que ella divisa.
En los momentos de lucidez me cuestiono
¿Para qué tanto dolor?
¿Para qué tanto sentimiento?
¿Para qué todo esto?
Mis pensamientos
se vuelven incoherentes
¿Cómo dejar de expresar
lo que se niega a desaparecer?
¿Cómo dejar de manifestar
lo que se trasmite por todos los
medios posibles?
Necesito dilucidar cómo
hacer para apartarla
de mi mente,
pero sobre todo de mi corazón.
Tengo que lograr retraerla de mi vida…
ya que jamás fui parte de la suya.
ERIC URÍAS
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