viernes, 29 de mayo de 2015

MI FAMILIA


Me acerque a las diosas, todas bellísimas y altivas,
sus vestidos de color oro, eran de riquísimas telas,
llevaban todas coronas de diamantes y rubíes,
y sus ojos eran almendrados, de color verde,
¡eran divinas¡

Mi padre que era el sol, me dijo,
eres tú también hija mía, ya lo sabes, pero eres bien distinta,
veras por ti misma, que no eres tan bella como mis otras hijas,
tus ropas no son nada ricas, tu cara no es muy bonita,
pues vienes de una relación que tuve, con una luna sombría,
acéptate tal como eres, no sientas envidia de tus hermanas,
ellas nacieron libres, pues son de la luz y la alegría,
en cambio, tu vienes de la misma oscuridad, naciste cautiva.

Y nos sentamos todos en la mesa a comer toda la familia,
a todas le daban manjares, a mi sopa bien fría,
todas se sentaban en sillones que eran sus tronos,
a mí en una silla de madera bien bajita, así día tras día…

Ya harta le dije a mi padre, me quiero ir a viajar,
quiero hacerme como mis hermanas, pues no soy nada,
deme pues su bendición padre y Dios me lo bendiga,
y al darme un beso en la frente me dijo ¡ estás muy fría¡
pareces que estas muerta ¿te pasa algo mi niña?

Le sonreí y le dije, nada pasa padre, soy así, sombría…
y no quise decirle que me trató peor que a una judas,
pues nunca tuve de él, ni una palabra amable, ni una
caricia, y menos ni un ¿cómo estás ¿ o ¿eres feliz?
fui la pobre tonta, que no tenía que estar ahí.

Desde entonces voy sola, la soledad es mi amiga,
soy libre pues nada poseo, mis pies apenas tocan el suelo,
la gravedad de la tierra me despide, tampoco me quiere,
dice que vuele, que ya es hora de que me espabile,

Mi cuerpo es celeste, las paredes traspaso.
mi patria es el universo, todos son amigos míos,
¿qué regalo puedo pedir más a la vida? si comprendí que...
¡yo misma soy el mejor regalo que tengo¡ reino en la oscuridad,
donde nadie puede ir, yo voy, el inframundo es mi cuna,
no soy de mi padre el sol, soy de mi madre la luna.
nací bruja y me amo, aprendí que soy también un ser humano,
y no dejaré nunca, que a mi me hagan daño...

FRAN TRO

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