La conjunción entre la luna y sagitario
en el cielo de su ciudad
indica pocos cambios
para los peatones que se apresuran
en el horizonte,
cualquier señal es buena
para no dejar irresuelto
pensamiento o conjetura,
un baile de pequeñas hojas
desprendidas de los árboles
vuela conjuntamente
hasta caer abandonadas
en el crepitar del fuego
en la hondura de la huella
sobre la arena que la ola
deja cada instante,
se repite el azar
y la alegría.
Concha García (Córdoba)
Publicado en Un día es un día Ágora
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