Bajo el volcán,
la infancia se derrite y gorgotea como un gigante entre la lava,
las emociones se convierten en cesto de limones amargos amarrados entre la ceniza,
los recuerdos en palabras que no se lleva el viento ni rebotan entre las olas lejanas,
bajo el volcán,
todo y nada,
es lo que parece.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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