Alma mía,
que la pasas en las noches
observando la luna
o sol radiante
en los amaneceres de la primavera,
haces que abra mi corazón
para que sienta un gran sentimiento.
Alma mía,
cuando suspiras
me impregnas de fresco aroma,
elevando mi cuerpo sobre las nubes
dejándome llevar por el viento
para que no despierte de mis sueños.
Alma mía,
sin escucharte,
como un fantasma
me haces sentir que existes,
colmas mi cuerpo de ternura
apartando el llanto y la tristeza.
Alma mía,
en esta aterciopelada noche
iluminada por la radiante luz de la luna,
dulcemente con la suave brisa
deja que en mis sueños te perciba.
Alma mía,
como gota de roció
humedeces en silencio
mis íntimas fibras,
dejando que mi pecho vibre,
con solo pensar
que el suave aroma de tu cuerpo
me hace volar por el firmamento.
Alma mía
tú eres como el arco iris
que abriga la montaña,
o como el cauce del río
que llega al inmenso mar,
como relámpago, ilumina su hermosura
para que con la brisa del viento,
suavemente quede impregnada en mi piel.
Alberto Camargo (Colombia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario