jueves, 23 de marzo de 2017

SARAJEVO


De nuevo está la guerra
acechando a los hombres, furiosos y obstinados
y ellos -piedra encendida-
empuñan el fusil
y cabalgan los días, la muerte en cueros vivos.

Cadáveres en pie abren el paso
mientras Europa muerde el polvo
y enmudece de rabia.
Que sólo basta al hombre un par de heridas
de algún hermano suyo para llorar con él
y siembre el corazón con su amargura.

Como una firme ley
“la guerra es un insomnio permanente”.
Corre la sangre, nos empaña la luna.
¡Cuánta noche de párpados confusos!
En los bucles del viento
se trenzan el sudor, la metralla,
el llanto de los pájaros
y preñada la tarde va secando
del alma los jardines.

Un niño se ha quebrado en el camino,
los ojos entornados,
desesperadamente mira al cielo.
Le hace una pregunta.

Del libro Marcada por tres fuegos de Isabel Díez Serrano
Publicado en Pensamiento poético

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