Despierto,
al olvido del viento,
que mece en soplos esta dicha
y mis sentidos vuelven a la realidad,
de sueños en el horizonte perdidos,
de fantasías arropado,
quisiera en ellos perderme,
en impulsos de mi corazón,
grises, negros, telúricos…,
que niegan el germinar,
de las flores en los valles,
cuando la primavera,
se abre a la oscuridad,
en la aurora de este amor,
cubierto de estrellas
y sensación de tristeza,
melancolía, al escribir poesía
reflejo del alma mía.
¡No hay lágrimas!
en esta última ilusión
que se desvanece
en las horas
del recuerdo vivido.
Con estos versos
quisiera olvidar el olvido,
trazar caminos,
en preludios efímeros
sabiendo que para amar,
solo existe este día,
donde el pretérito y el futuro
son como el amor a la locura
y la locura a la cordura.
Puedo decirte que ya olvidé,
arrastrado por céfiros sueños,
aquella ilusión, hoy se evapora
en las nubes irisadas
donde ya no se anuncia tu regreso.
Recordaré, momentos
de dulzura, empatía, alegría…
con ellos añoranzas acudirán,
sin motivo, la esperanza desaparecerá,
perdida entre la razón y mi existencia.
Hoy desperté a la realidad de mi poesía,
hoy amé mis palabras como el alma mía.
José Manuel Gutiérrez
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