(En el cumpleaños del Bardo)
I
Nació Vallejo poeta
y nació el verbo consigo
cual silencioso testigo
que sale de alguna grieta.
Su silenciosa saeta
tumba viento peregrino
y en una copa de vino
bebe su dulce mistura
y se ciñe a la cintura
dos puños hechos de pino.
II
Vaya bendita ventura
que ungiera de tal su sino
trazando voraz camino
para llevar luz tan pura.
El futuro nada augura
para el poeta en su cuna
porque las frases ninguna
alimentan su verbosa
y la palabra sabrosa
que su lengua y labio ayuna.
III
Amplia frente tenebrosa
coronada de infortuna,
investida con hombruna
profunda fuente de prosa.
Inspiración muy lustrosa
del poeta en su apogeo,
y su alma tal como un reo,
que espera a su cruel verdugo,
se alimenta de un mendrugo
y del crisol al fogueo.
IV
Al lintel también madrugo
embriagado con Morfeo
y prendido del torneo
doy por entero mi jugo.
Vallejo se quitó el yugo,
y se entregó en cuerpo y alma,
el juglar jamás la calma
urga buscando aliciente,
para amar toda la gente
y dar verso como salma.
Eloy Nepo
No hay comentarios:
Publicar un comentario